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Valladolid toma la palabra considera que los presupuestos participativos han llegado para quedarse, aunque a Vox le dé alergia la democracia

  • Nos parece una esclarecedora carta de presentación por parte de VOX en la vida municipal de Valladolid

En la mañana de este lunes hemos conocido la decisión de la Junta Electoral de suspender, a instancias de VOX, las asambleas previstas para la primera fase de los presupuestos participativos. Como candidatura solo podemos acatar la decisión de la Junta Electoral, a la espera de que se resuelva el recurso que ha planteado el Ayuntamiento.

No obstante desde Valladolid toma la palabra se quiere realizar una valoración, ya que nos parece una esclarecedora carta de presentación por parte de VOX en la vida municipal de Valladolid. Cuando aún no se le conoce una sola propuesta para mejorar la vida en nuestra ciudad, se apresta a tratar de impedir que la ciudadanía pueda realizar las suyas. VOX no está preocupado por el juego limpio en campaña electoral, sino que tiene alergia a la democracia y a la participación ciudadana. Lo que está buscando es dejar en suspenso el proceso para poder suprimirlo en el caso de que llegara a formar parte del gobierno de la ciudad. Una fuerza de extrema derecha no concibe la posibilidad de que sea la ciudadanía la que decida sobre el destino del dinero público, y percibe la participación ciudadana como una amenaza a su autoritarismo.

Pero los presupuestos participativos han llegado para quedarse. Es una conquista de la ciudadanía vallisoletana, y cuando la ciudadanía conquista nuevos derechos no acepta que se retroceda en democracia. Valladolid toma la palabra tiene plena confianza en que los vecinos y vecinas de Valladolid darán la espalda a quienes vienen a decirles que su opinión no debe contar. La gran mayoría de la ciudad rechaza de forma tajante el sobrenombre que, de forma totalmente injusta, asociaba a Valladolid con ideas trasnochadas y antidemocráticas. Esta ciudad ha demostrado que es abierta y tolerante, y que tiene capacidad para decidir de forma sensata y razonable en qué quiere que se gaste el dinero público.

Las inversiones decididas en pasadas ediciones de los presupuestos participativos ya están mejorando la vida de los barrios de la ciudad y el compromiso de Valladolid toma la palabra es no solo mantener, sino profundizar en este derecho durante el próximo mandato. Al respecto, propondrá que las votaciones se amplíen a “proyectos de ciudad”, no limitados a un barrio concreto, y abrirá las posibilidades de participación regulando también consultas directas de carácter vinculante para decidir sobre los grandes asuntos de la ciudad.