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Ahora sí, ¡feliz agua pública, Valladolid!

  • Este sábado, 1 de julio, la gestión del ciclo integral del agua vuelve a ser del Ayuntamiento veinte años después

La usamos casi sin darnos cuenta, sin valorarla. Nos despertamos por la mañana y la usamos  en actos tan cotidianos como la ducha. La utilizamos para cocinar, para lavarnos las manos, para beber cada vez que tenemos sed. Simplemente nuestra vida no sería vida sin el agua, un bien imprescindible para el ser humano. Y como es un bien común básico para la vida, ¿no es lógico que su gestión sea también pública?

Este 1 de julio es un día histórico para Valladolid. Por fin el Ayuntamiento recupera la gestión del ciclo del agua después de veinte años de concesión a una empresa que obtenía beneficio económico de un servicio básico. Por fin lo público vuelve a ser público. Por fin en Valladolid sentiremos nuestro al 100% algo que nunca debió dejar de serlo.

Sí, se trata de un punto fundamental de nuestro programa y del pacto de Gobierno, pero la recuperación de la gestión del agua va mucho más allá de eso. Supone dejar de mercantilizar un bien común después de tantos años, dejar claro que con los servicios fundamentales no se juega. Es el camino hacia una sociedad más justa e igualitaria.

Desde luego que el proceso no ha sido ni concluirá de manera sencilla. La encarnizada lucha entre intereses públicos y privados ha supuesto un auténtico quebradero de cabeza para el Ayuntamiento, que ha tenido que enfrentarse a la increíble realidad de que la Abogacía del Estado, quien debería ser el primer interesado en mimar  la gestión pública de servicios, revisara hasta los puntos y las comas de una causa que, como es lógico, al final se ha mostrado a todos ojos legal. Un auténtico desafío a la autonomía de una institución como es el Ayuntamiento. Pero nunca nos hemos rendido.

Y así hemos llegado hasta este 1 de julio, día en que ha concluido la concesión. Todavía queda mucho camino por delante, pero sin duda se trata ya de una promesa cumplida, una alegría indescriptible para quienes luchamos día tras día por el bien común y por las políticas de igualdad. Hoy te sugerimos un menú distinto para tu comida: abre el grifo (solo un poquito… ¡no derrochemos este bien tan preciado!), moja tus dedos bajo el agua, llena un vaso y siente el sabor de un agua que es un poquito más tuya. Y brinda: ¡Feliz Agua Pública, Valladolid!