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Ampliamos la Zona de Bajas Emisiones para lograr una mejor calidad del aire en Valladolid

María Sánchez presenta la nueva Zona de Bajas Emisiones
María Sánchez presenta la nueva Zona de Bajas Emisiones
  • Nuestra concejala, María Sánchez, ha presentado las modificaciones del Plan de Mejora de la Calidad del Aire tras la treintena de alegaciones estimadas de colectivos, entidades y grupos políticos.

Como ha argumentado en numerosas ocasiones María Sánchez, si queremos reducir las emisiones contaminantes en nuestras ciudades, ir en coche tendrá que ser un poco menos cómodo y debemos facilitar los desplazamientos andando, en autobús o bicicleta, reduciendo los efectos nocivos para la salud de las personas y el planeta.

Dando pasos decidido en este sentido, nuestra concejala de Medio Ambiente ha presentado hoy el resultado del periodo de información pública establecido en el proceso que conduce a la aprobación definitiva del Plan de Mejora de la Calidad del Aire, que contempla la ampliación de la futura Zona Baja de Emisiones (ZBE) de Valladolid.

Antes de la presentación pública de estas novedades, nuestra concejala se ha reunido esta mañana con los distintos colectivos, entidades y grupos políticos que han presentado alegaciones. En el periodo de información pública se han presentado 70 alegaciones: la Junta de Castilla y León es la administración que más alegaciones ha presentado, 25 (se han estimado 18), a continuación figuran Ecologistas en Acción con 21 (se han estimado 8), el Grupo Municipal Popular con 10 alegaciones (se ha estimado 1 parcialmente); Ciudadanos con 7 (2 estimadas), y también han presentado la Federación de Vecinos Antonio Machado, Asamblea Ciclista, La Curva y CCOO.

A partir de las propuestas recibidas, la Zona de Bajas Emisiones tendrá finalmente los siguientes límites. Del Puente Mayor al Puente Adolfo Suárez por el oeste, siendo la frontera, digamos, la Calle Arzobispo José Delicado, es decir, el borde del río. Por el Paseo del Hospital Militar y el de Arco de Ladrillo hasta llegar al Paseo Farnesio como frontera sur. Siguiendo por la Avenida de Segovia y túnel de Labradores, siguiendo ya toda la Calle de la Vía por el Este. Y continuando después por Calle Unión, Nicasio Pérez, Plaza de San Juan, Huelgas, Real de Burgos, Chancillería, Gondomar, Rondilla de Santa Teresa, Mirabel y Plaza de San Nicolás, para llegar de nuevo al Puente Mayor.

“Según los modelos utilizados, no solo supondría una importante reducción de emisiones contaminantes, sino que también serviría para descargar zonas de tráfico congestionado como López Gómez o Miguel Íscar”, ha explicado nuestra concejala, María Sánchez. “Recordemos que tenemos adquiridos unos compromisos de reducción de emisiones a nivel europeo, que los estándares recomendados por la OMS se han incrementado, y a día de hoy, con el nivel de peatonalización que ya tiene el centro de la ciudad, la reducción de emisiones sería modesta limitándolo al área inicialmente propuesta”.

Implantación escalonada

En concreto, el calendario previsto es que en el segundo semestre de 2023 no puedan acceder a esta Zona de Bajas Emisiones los vehículos sin etiqueta, que son los más antiguos y, lógicamente, los más contaminantes. A partir de enero de 2025 tampoco podrían acceder aquellos con etiqueta B, amarilla. En enero de 2030 solo podrían circular aquellos automóviles con etiqueta 0 o etiqueta ECO. En todos los casos se plantean excepciones para residentes, empresas de reparto, vehículos de emergencias o transporte público, que se desarrollará en un futuro mediante ordenanza municipal.

Pincha aquí para más información sobre la nueva ZBE

“Hemos planteado un calendario escalonado, con plazos amplios, para que la ciudadanía vallisoletana pueda ir adaptándose”, explica María Sánchez, “entendemos que es importante combinar la ambición en materia de salud pública, con un plan que reduzca muy significativamente la contaminación y que a su vez no sea brusco y tenga en cuenta a la ciudadanía”.

Según los estudios técnicos, la aplicación de la ZBE permitirá obtener una reducción de los gases contaminantes de efecto invernadero de entre el 26% y el 78%, aproximadamente en la propia zona, en función del nivel de restricción. Y una reducción de entre el 2 y el 5% para toda la ciudad, con especial incidencia en el Óxido de Nitrógeno y las partículas en suspensión.