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Suscribimos la ‘Declaración de Valladolid’ para impulsar los sistemas agroalimentarios locales junto a más de veinte ciudades

María Sánchez participando en el encuentro de Agroecociudades

Hoy se ha celebrado la primera jornada del cuarto encuentro de la Red de Ciudades por la Agroecología, de la que nuestra concejala de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, María Sánchez, es vicepresidenta.

El cuarto encuentro de la Red de Ciudades por la Agroecología ‘Sistemas Alimentarios Locales frente a Riesgos Globales’, que estaba previsto se desarrollara en Valladolid, ha comenzado hoy en formato online a causa de la emergencia sanitaria que estamos sufriendo. Nuestra concejala María Sánchez, vicepresidenta de la red, ha participado en la jornada inaugural y en la presentación de la ‘Declaración de Valladolid’ en la que se reafirma el compromiso de promover e impulsar los sistemas alimentarios locales y sostenibles frente a riesgos globales como la emergencia climática global o pandemias como la actual.

Más de 200 personas están inscritas en este encuentro, además de una veintena de organizaciones sociales y las 21 ciudades que integran la Red, entre las que destacan Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza, Castellón de la Plana o Palma de Mallorca, firmantes del documento. La Declaración de Valladolid que hoy se ha presentado consiste en una batería de 14 acciones articuladas en torno a 5 objetivos prioritarios, buscando adaptar los sistemas agroalimentarios locales a los impactos de las emergencias globales y mitigar sus causas.

“Como en todas las crisis, la gente que peor lo está pasando es sobre la que más golpean estas situaciones de riesgo”, ha lamentado nuestra concejala de Medio Ambiente recordando los efectos de la pandemia, más allá de lo estrictamente sanitario, y las respuestas que se pueden dar desde la agroecología y la producción local de alimentos.

María Sánchez destacó el papel de los ayuntamientos como administración pública más cercana a la ciudadanía y su responsabilidad ante esta problemática. En el caso de Valladolid, ha relatado en qué consiste la Estrategia Alimentaria de la ciudad, que realizó un informe diagnóstico sobre cómo comemos de donde se derivó la necesidad de estrechar la relación entre el campo y la ciudad, poniendo en marcha distintas iniciativas.

Asimismo, ha subrayado que nuestros hábitos de consumo tienen un grave impacto negativo sobre nuestro planeta. Según los datos expuestos, la producción de alimentos, su distribución y consumo son responsables de entre el 21% y el 31% de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Ha anunciado que la Declaración de Valladolid que hoy se presenta se llevará a los Plenos de las ciudades integrantes de la Red, en cuyo encuentro se han compartido diversas buenas prácticas ante la crisis sanitaria que estamos atravesando, comprometiéndose a seguir avanzando para reforzar los tejidos económicos locales y sostenibles, adelantándonos así en la recuperación de esta crisis.

“Tenemos que centrar esfuerzos en fortalecer los canales de distribución de proximidad, incluyendo los mercados de abastos o de calle, y el papel de las asociaciones de consumo y el pequeño comercio, así como las iniciativas de compra pública”, ha concluido nuestra concejala, destacando que son los tejidos locales de apoyo entre personas los que están dando respuesta a situaciones en las que los ayuntamientos muchas veces no logran el apoyo suficiente y deseado.

Declaración de Valladolid

Esta resolución que hoy suscriben más de veinte ciudades, pretenden ser una hoja de ruta para los consistorios ante la realidad de que las emergencias globales tienen un gran impacto sobre la seguridad alimentaria de la población, al verse afectadas la disponibilidad y asequibilidad de los alimentos, especialmente en las ciudades debido a su elevada densidad.

El informe de este encuentro ‘Sistemas Alimentarios Locales frente a Riesgos Globales’ destaca entre los efectos de la pandemia: modificaciones severas en la producción de alimentos, dificultades en el desarrollo del trabajo del sector primario, bloqueo de la venta directa de alimentos, empeoramiento de los hábitos de consumo de la población o la limitación del acceso a alimentos a las personas más vulnerables. Tal y como se está reflejando en la multiplicación de demanda alimentaria desde mayo de este año 2020.

Acciones comprometidas en la Declaración de Valladolid:

  1. Sistemas alimentarios sostenibles y resilientes: promover formas sostenibles en la producción, transformación, distribución y consumo de alimentos, en línea con la agroecología y desde la articulación y cooperación entre territorios urbanos y rurales.
  2. Planificación territorial: proteger los suelos agrarios y otros recursos alimentarios (agua, conocimientos agroecológicos, biodiversidad cultivada) como parte de las redes de infraestructura azul y verde; e incorporar en el planeamiento general urbano instrumentos para la protección y el fomento de la producción, transformación y distribución agroalimentarias locales y sostenibles.
  3. Derecho a la alimentación: asegurar el acceso a alimentos sostenibles, saludables, de calidad y justos a todos los grupos sociales, y especialmente a los más vulnerables, en sintonía con las directrices voluntarias promovidas por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (2005).
  4. Activación comunitaria: fortalecer el papel de los agentes sociales y tejido asociativo local que trabajan aportando soluciones y mejoras a la gestión de las crisis alimentarias, estableciendo sinergias basadas en la innovación, la sostenibilidad y la resiliencia.
  5. Buena gobernanza: promover la coherencia entre las distintas políticas públicas para la gestión de los riesgos globales, evitando arbitrar soluciones que, a la larga, refuercen las causas de las crisis.

Declaración de Valladolid