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¡El Teatro Lope de Vega ya es público!

Fachada del Teatro Lope de Vega
Fachada del Teatro Lope de Vega
  • El Ayuntamiento de Valladolid y Unicaja Banco acuerdan la permuta del Teatro Lope de Vega por una parcela del Callejón de la Alcoholera gracias al trabajo de nuestro concejal de Planeamiento Urbanístico y Vivienda, Manuel Saravia

Antes de la llegada de Valladolid Toma la Palabra, en 2015, propusimos realizar actuaciones urgentes para la conservación del Teatro Lope de Vega, el más antiguo de nuestra ciudad. Lejos de quedarnos ahí y gracias al trabajo incansable y discreto de nuestro concejal de Planeamiento Urbanístico y Vivienda, Manuel Saravia, ahora podemos gritarlo bien alto: ¡El Teatro Lope de Vega ya es público! El Ayuntamiento de Valladolid ha cerrado un acuerdo con el presidente ejecutivo de Unicaja Banco, Manuel Azuaga Moreno, entidad titular del edificio, para lograr la propiedad de este inmueble histórico permutándolo por una parcela del Callejón de la Alcoholera.

El Ayuntamiento de Valladolid se hace cargo del espacio escénico, de más de 150 años de historia, con la pretensión de rehabilitarlo para su puesta en valor lo antes posible como inmueble cultural, ya que constituye uno de los inmuebles más valiosos y significativos de la ciudad. “El Ayuntamiento se hará con el inmueble para preservar tanto el edificio como el tipo de uso, buscando fórmulas que permitan una actividad coherente con la historia y su valor artístico, cultural y simbólico”, celebró Manuel Saravia durante la firma de este trascendente acuerdo, agradeciendo el trabajo, la disposición y la generosidad de los equipos negociadores del Ayuntamiento y la entidad bancaria.

Firma del acuerdo entre el Ayuntamiento de Valladolid y Unicaja Banco
Firma del acuerdo entre el Ayuntamiento de Valladolid y Unicaja Banco

El Teatro Lope de Vega se inauguró en 1861 en la calle María de Molina de Valladolid, según el proyecto del arquitecto Jerónimo de la Gándara, en el mismo solar donde se encontraba el antiguo Teatro de la Comedia del Hospital de San José, demolido a mediados de siglo XIX por sus deficiencias estructurales. Después de restaurarse en 1960, echó definitivamente el telón el 30 de abril de 2000. La antigua Caja Duero -actual Unicaja- lo adquirió en 2006 y presentó un proyecto de rehabilitación dos años después que nunca llegó a realizarse. Ahora, gracias a este acuerdo, podrá volver a recuperar su actividad cultural al servicio de la ciudadanía administrado por el Ayuntamiento de Valladolid.

La parcela en que se asienta el Teatro tiene una superficie de 1.676,75 metros cuadrados de forma irregular, con un cuerpo sensiblemente rectangular al que se adosan dos trapezoidales. Al conjunto edificado se accede por las calles Veinte de Febrero y María de Molina. El acuerdo de permuta de terrenos que Saravia ha logrado cerrar con Unicaja afecta a la parcela de la antigua Panibérica de Levaduras en el Callejón de la Alcoholera, con una superficie de 1.774 metros cuadrados, y una edificabilidad de 4.760 metros cuadrados.

Detalle de la fachada del Teatro Lope de Vega
Detalle de la fachada del Teatro Lope de Vega

El Lope de Vega sigue el esquema de los teatros tradicionales a la italiana, con planta de herradura, proscenio y embocadura muy decorados. Adopta una disposición clásica de patio de butacas en platea, palcos, anfiteatro y galería. La sección longitudinal se divide en tres volúmenes básicos: escenario, sala (con 348 butacas) y vestíbulo (este último configurado como un amplio pasaje que atraviesa el bloque de la fachada para llegar hasta la sala). El inmueble cuenta, además, con dos cuerpos de servicio. Uno rectangular, de 36,1 por 7,43 metros y dos plantas de altura, que vierte a la calle Veinte de Febrero. En el lado sur del escenario se encuentra el antiguo cuerpo de camerinos.

Para la construcción se utilizaron muros de carga de ladrillo y entramados de madera y otros materiales. También pilares de hierro fundido y vigas de madera. Los forjados son de viguetas de madera y las cubiertas se cubren con cerchas o pares, según los sitios. Según los informes de los que se dispone, el último de Urbanismo de 2015, el estado de conservación no es bueno. Se advierten evidentes problemas derivados de falta de estanqueidad, deformaciones antiguas producto de cedimientos de la estructura y mal estado de los camerinos. Un deterioro al que se pondrá fin gracias a este acuerdo.