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El turismo vinculado al deporte se dispara y deja más de 41 millones al año en Valladolid

  • La ciudad acoge en torno a 300 eventos anuales, con más de 400.000 deportistas y acompañantes.
  • Los clubes se fijan en Valladolid por la ubicación y buenas instalaciones para los diferentes deportes.
  • Los hoteles aplauden el auge de este tipo de actividad, que contribuye a mejorar la media anual de pernoctaciones

El Ayuntamiento de Valladolid calcula que los trescientos campeonatos deportivos celebrados el pasado año en la ciudad atrajeron a más de 400.000 deportistas y acompañantes, que dejaron en torno a 41 millones de euros en la ciudad. El objetivo pasa por perfeccionar los convenios con los clubes para apuntalar este turismo. Los hoteles aplauden el auge de este tipo de actividad, que contribuye a mejorar la media anual de pernoctaciones.

Un chaval de una categoría infantil se desplaza hasta Valladolid para practicar una modalidad deportiva determinada (vóley, balonmano, judo…). Con él viajan sus padres, que pernoctan en la ciudad los tres días que dura el campeonato, consumen la gastronomía típica de Valladolid y realizan alguna compra. Este matrimonio habrá dejado ese fin de semana una media de doscientos euros en hoteles, restaurantes y comercio de la ciudad. Parece poco, insignificante, hasta que la experiencia de estas dos personas se multiplica por los 276.000 que el pasado año pisaron Valladolid para asistir a eventos deportivos como acompañantes de otros 138.000 participantes. Entonces, a una media de cien euros por persona, el impacto económico anual del turismo deportivo asciende a 41,4 millones de euros.

La cifra, que comienza a ser la más representativa en el ámbito turístico vallisoletano, es la que maneja el Ayuntamiento –a tenor de los datos recabados en sectores como el hotelero– para el año 2018, cuando se celebraron cerca de 300 acontecimientos en la ciudad, con más de 400.000 visitantes. Y la que, a su vez, sirve de base para consolidar una política deportiva y económica encaminada a potenciar la celebración de eventos en Valladolid. «Nuestro trabajo va dirigido a perfeccionar este tipo de acuerdos y convenios para conseguir darles un carácter más estricto, porque hemos visto que es una oportunidad económica. Solo el pasado año calculamos que dejó en la ciudad más de 41 millones, a una media de cien euros por persona, porque hay gente que se tomaría un café y otros que dormirían aquí las tres noches del campeonato», admite el concejal de Deportes, Alberto Bustos.

En la agenda de esta Concejalía y de la Fundación Municipal de Deportes hay ya subrayados 35 campeonatos que este año dejarán una incidencia notable en las arcas de la ciudad. El objetivo es así doble; por un lado, aprovechar la ubicación y las buenas instalaciones para impulsar eventos deportivos que siempre refuerzan «una imagen positiva y animan a los chavales locales a practicar esa modalidad», y por otro elaborar ofertas turísticas a los familiares que acompañan a cada deportista para que tengan una «buena acogida en la ciudad» y repitan visita con calma en otro momento a lo largo del año. «¿Cuán

ta gente que viene a un campeonato después repite en otra visita? Eso nos faltaría conocer, pero queremos firmar un convenio con alguna Universidad para elaborar un estudio exhaustivo sobre esta incidencia y la repercusión específica del turismo deportivo en la ciudad», añade Bustos.

El 21 de marzo, durante un congreso que la institución ferial acogerá sobre gestión deportiva, Valladolid explicará su experiencia. Y aportará datos sobre los ingresos que consigue con gastos «muy austeros». De las arcas municipales salen anualmente 325.000 euros para clubes o federaciones, a los que se suman otros 175.000 en mantenimiento y personal. «Es decir, que por cada euro que invierte la Fundación Municipal de Deportes la ciudad obtiene 82,8 euros de beneficio», añade.

«Vital» para los hoteles

Hay un ejemplo reciente en los campeonatos de vóley y balonmano celebrados en Navidad. La ocupación hotelera rozó el lleno gracias a las 15.000 personas que se desplazaron a la ciudad para la competición. «Y a lo largo del año hay muchos de este tipo que hoy en día son vitales para los hoteles, hasta el punto de que el turismo deportivo es, hoy por hoy, uno de los que más impacto tiene sobre la ciudad», puntualiza Francisco Posada, presidente de la Asociación de Hoteles de Valladolid.

Para este hotelero, las cosas «se han hecho bien por parte de instituciones y asociaciones» como la suya, que vieron que había «ingresos importantes por esta vía» y no dudaron en aportar para intentar captar turismo. «Por lo general se alojan mínimo tres noches y eso nos sirve para intentar incrementar la estancia media, que la tenemos en 1,7 días», añade Posada, convencido de que es bueno «también para la hostelería y el comercio».

Tanto es así que María José Hernández, presidenta de la Asociación de Hosteleros, afirma que cuando un acontecimiento deportivo llega acompañado de familiares de los participantes la repercusión en bares y restaurantes «se dispara». Como ejemplo, recurre también a lo ocurrido en Navidad con el vóley y el balonmano, «cuando todos los establecimientos trabajaron muy bien». «Es un tipo de turismo que cada vez está más en auge porque repercute mucho en la ciudad. Solo con el Real Valladolid en Primera ya lo notamos y esa gente que viene a la ciudad por un deporte acaba volviendo».