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Sumando verde en Valladolid para sumar salud

  • El vivero municipal, dependiente de la Concejalía de Medio Ambiente de María Sánchez, encara ya una época fundamental del año. Reportaje de El Norte de Castilla

Ya está la primavera lista en el vivero municipal, donde 52.582 flores esperan su turno para conquistar los parterres, las glorietas, los parques y jardines de la capital. Las begonias (2.060), dalias (3.237), tagetes (6.096) y, sobre todo, petunias (14.732), llenarán de color la ciudad durante las próximas semanas, en una siembra que en Valladolid llega con retraso con respecto a otras ciudades (en Bilbao empezaron a principios de abril) porque la meteorología castellana no invita a adelantar la plantación: la amenaza de heladas podría malograr la campaña. A estas que se miman ahora en el vivero municipal habrá que sumar otras 98.000 que plantarán las empresas que se encargan de los contratos de mantenimiento del patrimonio vegetal.

Así, cerca de 150.000 flores llegarán desde mediados de mayo a los jardines. Con suerte, si la meteorología es benigna, se mantendrán hasta finales de octubre. La esperanza es que no se repita la sequía vivida el año pasado, que complicó el riego por las restricciones impuestas por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD). De hecho, la escasez de agua dejó bajo mínimos las plantaciones de flores de otoño (especialmente pensamientos). «Este año, además, hemos aguantado el pedido (el suministro llega desde Barcelona) hasta que ha terminado este largo periodo de lluvias», explican desde el servicio de Parques y Jardines. El proceso comenzó a principios de abril, con la llegada de los alveolos.

Durante semanas, seis trabajadores se han encargado de trasplantarlos a macetas (acabaron el viernes) para luego, hasta que florecen, cuidarlos en un invernadero cuyos techos se abren a los doce grados. «No buscamos mucho calor porque lo importante no es la floración rápida. Si fuera así, la planta crecería demasiado deprisa y débil. Lo importante es que tenga unas raíces profundas y robustas para que aguanten toda la temporada», explican los responsables del vivero, que lanzan además un mensaje para los apasionados de las flores. «Cuando un particular vaya a comprarlas, no debe dejarse llevar por la flor. Eso es lo eventual, lo importante es que esté bien enraizado; por eso, hay que sacar la planta de la maceta y fijarse en que tiene buena raíz», sugieren.

El cuidado de estas últimas semanas es, pues, fundamental. Calculan que el martes llegará la explosión de color al vivero, con la floración de unas plantas que, en apenas quince días, estarán listas para salir a los parques y jardines, en función de los pedidos que hagan los capataces de cada zona. Las de este vivero municipal llegarán al Campo Grande, Moreras, Ribera de Castilla, Parquesol y Huerta del Rey. Una amplia extensión verde que no deja de crecer.

El año pasado, el patrimonio vegetal se incrementó con 120.000 metros cuadrados, vinculados a una nueva zona forestal bautizada como El Bosque de los Sueños, con 8.000 árboles, arbustos y plantas en Soto de la Medinilla. Con esta incorporación, Valladolid suma 5.337.759 metros cuadrados (533,7 hectáreas) de patrimonio verde urbano, lo que supone una media de 17,81 metros cuadrados por habitante, una cifra que supera la ratio recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), fijada entre 10 y 15 metros cuadrados. Valladolid empezó el siglo con una media de 8,54 metros cuadrados por habitante (2.564.014) y rebasó ese límite saludable recomendado por la OMS en el año 2005.

La capital ha duplicado la superficie verde desde el año 2000, con las Contiendas o Canterac

El crecimiento se ha registrado en estos años gracias a enormes zonas verdes como la ampliación de Canterac (12,5 hectáreas de extensión estrenadas en julio de 2002), Las Norias (2007), la integración de las márgenes del Pisuerga (en 2006) o el macroparque forestal de Las Contiendas (65,4 hectáreas, en la primavera de 2012), además de las zonas ajardinadas de Villa del Prado, Pinar de Jalón o El Peral. Y ojo, porque aquí no se incluyen las masas periurbanas del pinar de Antequera (119 hectáreas), parte de Fuente El Sol o las franjas vegetales de los canales. Así, Valladolid alcanza su récord verde, con 17,81 metros cuadrados por habitante. Pese a todo, aún lejos de Vitoria, que con 39,2 ofrece el mejor dato de una capital de provincia en España, seguido por Pamplona (26) y Gerona (24,3). Muy a la cola están las ciudades del sur, con Albacete (8,7) o Córdoba, que es, con 15,48, la mejor capital andaluza.